La Goleta Ancud

La Goleta Ancud simboliza milenios de cultura náutica y de integración marítima con los archipiélagos patagónicos australes. Así, Chiloé, desde el siglo XVI, se convierte en el Non Plus Ultra (nada más allá) de la América Meridional. Era un horizonte de islas esparcidas por los glaciares, recalada obligatoria de rutas marineras australes y expediciones audaces. Timonel y astillero Mayor, desde la Dalca originaria, y después de siglos de evolución, culminando la obra con la construcción de la Ancud, primera goleta de guerra armada en Chile.

Pintura: Horacio García

 

  De esta forma la cultura del poblado chilote se dispersó hacia los archipiélagos australes, poblando Punta San Ana, Sandy Point, hoy Punta Arenas, Puerto Natales, Porvenir, Puerto Toro, Puerto Aguirre, Flujo de agua gallegos y comodoro Rivadavia, entre otros núcleos de la hoy llamada Patagonia Chileno-Argentina.

Podemos considerar a Bernardo O’Higgins como el precursor del proyecto, desde 1823 hasta su muerte en  1842. Este mismo año, y siendo Presidente de la República el General Manuel Bulnes, pone manos a la obra y ordena al entonces Intendente de Chiloé, Don Domingo Espiñeira Riesco, construir, armar y tripular una nave para viajar al Estrecho de Magallanes. Espiñeira Riesco con mucha diligencia nombra inmediatamente al Capitán de Puerto de Ancud, Don Juan William Wilson, para hacerse cargo de los trabajos y comando de la nave.

El 21 de mayo de 1843 la Ancud estaba lista para zarpar, pero un intenso viento y lluvia del norte impidió que la Goleta se hiciera al océano. El 22 fue traslada a remolque hacia la ensenada de Balcacura-Punta Arenas, donde esperó el cambio del viento. El 23 a mediodía zarpa con los vítores de la población ancuditana que los despedía desde el muelle, rumbo NE, hacia al Canal de Chacao. 

El 27 de mayo, la Ancud zarpa hacia la Isla de Quehui, donde el Párroco Fray Alejandro Branche, obsequia a los tripulantes, corderos, pescados, papas y maderas para los pañoles.

El 1 de junio a la cuadra de la Isla Queitao, en pleno Golfo de Corcovado, la Ancud sufre los primeros violentos embates del invierno austral, perdiendo con las marejadas la chalupa que llevaba a remolque. Luego de cruzar con mucho esfuerzo el Corcovado, la Ancud, prosigue navegando por los canales del archipiélago de las Guaitecas, a partir del 6 al 12 de junio donde hace fondo en un surgidero de abrigo conocido como Puerto Americano.

El 28 de junio confronta un embravecido Golfo de Penas, cuyas marejadas azotan violentamente su casco por la banda de estribor. Sin amainar la tempestad, la nave queda sin régimen al partirse el macho del timón por la violencia de la marejada que azota la goleta sin clemencia. El Capitán Williams ordena girar con las velas y remos, volviendo a Puerto Americano. Sin repuestos para componer la nave, no les queda otra que mandar una chalupa a remos y vela hacia Chiloé, para solicitar auxilios y provisiones para avanzar su viaje. Los osados tripulantes demoran 20 días en ir y volver remando a Ancud.

El 9 de septiembre cruza el Golfo, siempre con marejadas y vientos violentos. El 18 entrada a la Boca Oeste del Estrecho de Magallanes, celebrando con mucha alegría las Fiestas Patrias.

El 21 de septiembre tienen a la vista la Punta Santa Ana y Puerto del Hambre a la vista. A medio día desembarcan y con gran solemnidad toman posesión del Estrecho para la República de Chile.

Firmaron el Acta de Toma de Posesión del territorio en nombre de Chile y luego de izar la bandera, dispararon 21 cañonazos.

Apenas arribado a Punta Santa Ana, el Comandante Williams ordena iniciar los trabajos de construcción de un fuerte. Éste fue inaugurado y bautizado el 30 de Octubre de 1843, como Fuerte Bulnes, en honor al General Manuel Bulnes, presidente de Chile de la época y gestor de la expedición. Así este fuerte se convirtió en el primer asentamiento chilote-chileno en el Estrecho de Magallanes.

La tripulación de la Ancud la conformaban:

Capitán Juan Williams Wilson, Teniente de Artillería Don Manuel González Hidalgo, Sargento y naturalista Don Bernardo Philippi, Piloto Segundo Jorge Mabón, Sargento Segundo Don Eusebio Pizarro, Cabo de Artillería José Hidalgo, Artilleros Cipriano Jara, Valentín Vidal, Manuel Villegas, Pascual Riquelme y Lorenzo Soto. Marineros Lorenzo Aro, Ricardo Didimus, José Santa Ana, Remigio González, Jerónimo Ruiz, José Víctor, José María Yánez, Carlos Miller, Manuel Alvarado y Horacio Luis Williams (hijo del Capitán). También formaban parte de la expediciónlas esposas de los marineros Jara y Vidal; Venancia Elgueta e Ignacia Leiva, respectivamente.

Bibliografía:

– Goleta Ancud: “Clavis Australis, la Llave de  la Mar del Sur,” José Ulloa Cortés.

–  “Bitácora de una Odisea”: Armado, Derrotero y Toma de Posesión de Magallanes por La Goleta Ancud, 1843. José Ulloa Cortés.